El primer espectáculo del Cirque du Soleil al que asistí fue "Alegría". Creo que era la primera gira que realizaban en España. El que teóricamente fuera un circo, me ponía en guardia pues hacía años, sino décadas, que el circo había dejado de tener ninguna relevancia para mí. No me gustaba ver a los domadores de animales. Me resultaba desagradable pensar en su vida, yendo de acá para allá, encerrados. Tampoco entraba ya en mis parámetros de pensamiento la forma de abordar el entretenimiento en directo que encontraba en el circo.
Entonces asistí a "Alegría" y vi algo nuevo. Encajaba en mi pensamiento, en el tipo de experiencia de entretenimiento que buscaba. El Cirque du Soleil había reinventado un espectáculo con siglos de existencia, del que el público había ido desconectado paulatinamente. En el presente podría afirmar que el Cirque du Soleil es el "Apple" de los espectáculos circenses. Es de sobra conocida la manera en la que enfocan sus espectáculos, fusionando acrobacias casi imposibles con danza, música, humor, etc. No me extenderé en ello. Lo que me llama la atención es que ese modelo ha supuesto un cambio definitivo para toda la industria. Ha servido para que entren nuevos agentes que han entendido que el circo debe ser un nuevo concepto que tenga cabida en los gustos y la forma de entender el entretenimiento en nuestra sociedad. Reflexionaba esto mientras asistía con mis sobrinas al espectáculo navideño del Circo Price de Madrid. Ahí estaba presente el cambio de concepto que ha ocurrido desde que el Cirque du Soleil puso en marcha una nueva forma de espectáculo. Son los mismos mimbres: mestizaje con otras disciplinas, desaparición de los elementos circenses que no conectan con la sociedad, enfoque dirigido a un target amplio, etc.
La televisión como industria ha sido comparada a menudo con el circo. Normalmente de forma peyorativa. Pero me parece ver una analogía entre ambos mundos. Al fin y al cabo se trata de entretenimiento. La televisión ha sido ya modificada por la evolución tecnológica, por la conectividad. En paralelo. la sociedad, el veerdadero gran motor de todo cambio, ha cambiado sus costumbres, su manera de percibir el entretenimiento ofrecido por los canales de televisión. El pacto no escrito sobre el que se construye la emisión de contenidos televisivos: gratuidad a cambio de publicidad, no funciona y se ha quebrado.
El declive de la relevancia de la televisión es un hecho que viene comentándose desde hace mucho tiempo. La pregunta es ¿cuál es el nuevo "circo"?, ¿quién será el Cirque du Soleil de la televisión?. Algunos apuntan a Netflix y plataformas similares, otros a HBO o Comcast. YouTube solo supone un cambio en la forma de distribución, replica el modelo televisivo pero adaptado a la tecnología. El cambio tiene que abordar todos los aspectos, no solo la distribución, sino también la producción y los canales de contacto con el usuario. El mestizaje - por ejemplo con el videojuego -, el aprendizaje de lo sucedido en otras áreas del entretenimiento, deberían ser la semilla del nuevo circo para la televisión.