Incluso cuando formaba parte del equipo de RTVE.es la emisión del Festival no era el tipo de programa que atrajera mi atención. Sin embargo el contacto con el trabajo que lo rodeaba me fue descubriendo algunos de los aspectos clave. Por ejemplo que existe una comunidad importante de fans que son el motor de las acciones que se emprenden en redes sociales. Los primeros años ocurrieron eventos que impulsaron el ruido que generaba de por si Eurovision llevándolo por primera vez a un espacio que hasta ese momento no había sido relevante para el concurso. Chikilicuatre provocó un terremoto en unas redes sociales que por entonces conformaban un mapa muy diferente. Mucho tuvo que ver el hecho de que RTVE decidiera utilizar la web como la plataforma central para la elección del representante a Eurovision. Un papel que fue disminuyendo en intensidad año tras año o, al menos, cambió de guión.
Mi percepción del tema cambió el año pasado. Echaba un vistazo a mi TL de Twitter para ponerme al día y lo que leí motivó que cambiara de canal y comenzara a seguir la emisión del festival en la tele. En Twitter se estaba contando la historia de lo que sucedía en el Festival de una forma alternativa con auténticos retos de ingenio que me estaban otorgando un momento muy divertido. El impulso que provocó el que algunos usuarios muy seguidos quisieran divertirse y comentar, aumentaba el impacto de forma exponencial y provocaba, estoy seguro de ello, que otros usuarios que no seguían la emisión se sumaran a ella. Necesariamente para disfrutar de la experiencia completa había que estar viendo la televisión en ese momento. En mi caso, no pude dejar de ver la emisión y por primera vez desde que puedo recordar vi todas las actuaciones. Los comentarios abordaban todos los aspectos del festival: vestuario, aspecto musical, coreografías, vídeos introductorios... de ninguna forma los comentarios en la emisión pueden llegar a tal nivel de profundidad. Comprendí algunos aspectos del uso de Twitter como segunda pantalla que hasta ese momento no había tenido muy claros.
La simbiosis a la que se suele aludir entre Twitter y la TV, cuya demostración es un empeño más de la primera que de la segunda, es en la mayoría de las ocasiones una relación en la que es claro que la influencia va de la emisión a Twitter y no al revés. Son los acontecimientos televisivos los que encienden la mecha de la conversación social de forma inevitable. No tiene demasiada ciencia, cualquiera puede prever por ejemplo que un evento deportivo de cierto calibre va a provocar un aumento considerable de los comentarios y la conversación en Twitter. Es cada vez mas habitual que las cadenas de televisión incluyan en pantalla hashtags y visualizaciones de lo que está ocurriendo en las redes sociales retroalimentando la actividad que ocurre en ellas. La TV es el combustible principal. Incluso sin que los dinamizadores sociales de las cadenas y sus cuentas oficiales hicieran nada, la actividad tendría lugar. Por eso hay quién se pregunta si es realmente necesario dedicar recursos en determinados eventos televisivos para activar la conversación. Mi conclusión es que si. A la vista está como una marca como Wilkinson aprovechó la efervescencia generada por Conchita para lanzar un divertido tweet cierto es que no se trata del propio emisor del contenido, pero igualmente el propio canal puede identificar perchas que le permitan atraer aún más la atención, generar tráfico sobre su web, etc. Para ello es necesario disponer de dinamizadores que sean capaces de entender lo que sucede y poner en marcha una acción sobre el terreno.
Al llegar la emisión a su final tuve un interesante intercambio de ideas via Twitter. Se debatía, una vez más, si era o no tan relevante lo que había sucedido en Twitter durante la emisión.Un punto importante que destacaba Teresa Diez era que normalmente ni se mide, ni se reporta bien lo que sucede en Twitter. Normalmente, hasta el momento, el cómputo del llamado "share social" que manejaban las cadenas se extrae del grupo de hashtags que incluyen los denominativos del programa o emisión en cuestión, sin incluir otros que tienen también relación con la conversación. Porque por mucho que las cadenas se empeñen en encauzar la conversación promocionando uno o varios hashtags, los usuarios acaban ampliando ese universo. Esto es lo que hay detrás de las grandes diferencias entre quienes se han postulado como medidores del share social. Así es como parece funcionar Tuitele, recientemente adquirida por Kantar Media. En el caso de Eurovision junto a #Eurovision #EurovisionTVE por ejemplo, aparecían otros como #trospidvision #mujerbarbuda etc que hacían también relación a lo que estaba sucediendo en la pantalla. A menudo estos hashtags "alternativos" eran los únicos que se usaban.
Al Tuitchat que mantuvimos se unieron también Rubén Vara (@ruvara) de Atresmedia y Carlos Martín-Lebrón (@analisisweb) aportando otros valiosos puntos de vista sobre el asunto.
Tengo mucha precaución con todo lo que se refiere a este "share social". No entiendo por qué es un "share". ¿Con respecto a qué lo es?. No veo que tenga una metodología definida que lo acerque aún más a la realidad de la actividad que rodea a un programa de televisión. Tampoco tengo claro qué redes sociales van a estar incluidas. Sin embargo las cadenas de televisión tienen fascinación por él. Es un nuevo ranking en el que competir. Creo que es un tema que les incumbe solo a ellas, no veo el mismo interés en los anunciantes por ejemplo. Quiero decir, ¿realmente monetizan más por ese share social?.
Sin duda, en algún punto, la actividad en redes sociales ha de tenerse en cuenta y debe suponer un mayor valor pero esto requiere de una construcción profunda de una nueva medición de audiencias que hasta dónde yo conozco ni ComScore, ni Kantar, ni Tuitele han sido capaces de ofrecer hasta este momento. Y si pueden, no lo han demostrado.
Photo Credit: the_jetboy via Compfight cc
Al llegar la emisión a su final tuve un interesante intercambio de ideas via Twitter. Se debatía, una vez más, si era o no tan relevante lo que había sucedido en Twitter durante la emisión.Un punto importante que destacaba Teresa Diez era que normalmente ni se mide, ni se reporta bien lo que sucede en Twitter. Normalmente, hasta el momento, el cómputo del llamado "share social" que manejaban las cadenas se extrae del grupo de hashtags que incluyen los denominativos del programa o emisión en cuestión, sin incluir otros que tienen también relación con la conversación. Porque por mucho que las cadenas se empeñen en encauzar la conversación promocionando uno o varios hashtags, los usuarios acaban ampliando ese universo. Esto es lo que hay detrás de las grandes diferencias entre quienes se han postulado como medidores del share social. Así es como parece funcionar Tuitele, recientemente adquirida por Kantar Media. En el caso de Eurovision junto a #Eurovision #EurovisionTVE por ejemplo, aparecían otros como #trospidvision #mujerbarbuda etc que hacían también relación a lo que estaba sucediendo en la pantalla. A menudo estos hashtags "alternativos" eran los únicos que se usaban.
Al Tuitchat que mantuvimos se unieron también Rubén Vara (@ruvara) de Atresmedia y Carlos Martín-Lebrón (@analisisweb) aportando otros valiosos puntos de vista sobre el asunto.
Tengo mucha precaución con todo lo que se refiere a este "share social". No entiendo por qué es un "share". ¿Con respecto a qué lo es?. No veo que tenga una metodología definida que lo acerque aún más a la realidad de la actividad que rodea a un programa de televisión. Tampoco tengo claro qué redes sociales van a estar incluidas. Sin embargo las cadenas de televisión tienen fascinación por él. Es un nuevo ranking en el que competir. Creo que es un tema que les incumbe solo a ellas, no veo el mismo interés en los anunciantes por ejemplo. Quiero decir, ¿realmente monetizan más por ese share social?.
Sin duda, en algún punto, la actividad en redes sociales ha de tenerse en cuenta y debe suponer un mayor valor pero esto requiere de una construcción profunda de una nueva medición de audiencias que hasta dónde yo conozco ni ComScore, ni Kantar, ni Tuitele han sido capaces de ofrecer hasta este momento. Y si pueden, no lo han demostrado.
Photo Credit: the_jetboy via Compfight cc
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.